anciana mapuche

lunes, 15 de agosto de 2011
jueves, 11 de agosto de 2011
miércoles, 10 de agosto de 2011
domingo, 31 de julio de 2011
domingo, 17 de julio de 2011
jueves, 7 de julio de 2011
lunes, 13 de junio de 2011
miércoles, 27 de abril de 2011
Somos viento y vendaval arreciando en las cornisas de vuestra opulencia. Y somos también polvo del universo y respuesta ruidosa a vuestro silencio efímero. Las que encendemos hogueras y con el fuego bárbaro de las cenizas esculpimos enmarañadas construcciones en el cielo y en los espacios. Las de las asambleas, las amigas de los lobos y sus sendas. Otra vez aquí estamos, encendiendo la tormenta y atormentandoos con nuestro granizo.
Soy aquel al que veis dar de comer y hablar con las musarañas. Soy fango en vuestras pulidas aceras. Ese vieja loca a la que tenéis miedo, también soy yo; y al cuerdo que encerrasteis en vuestras prisiones, ese, también somos nosotros. Somos nosotras, las que iluminamos las revueltas con luciérnagas.
Soy yo quien puede cambiar la historia y cortar alambradas. Podemos recuperar escenarios para la alegría y volar libres hasta al cielo, y allí hacerlo explotar, derramar rabia y desenfreno en esta fiesta pagana. Podemos ganaros una y mil batallas en esta oculta guerra social en la que estamos inmersos.
Aquel al que tu persigues, yo lo estoy ocultando. También a la que tu desprecias, esa, es mi compañera. Y a la que quemasteis en la hoguera, esa es mi maestra. “Negociadores de vidas ajenas”, “destructores de pueblos y naturaleza”, los adjetivos son tan pesados y dramáticos como vuestros actos.
Como os dijimos NOS ESTAMOS ACERCANDO, tal vez en tromba o como las hormigas, despacio. Estamos intentando entrar en vuestros circuitos, intentando arañar el cruel espactaculo de vuestro sistema.
Deambulamos de lo posible a lo imposible, y en lo imposible nos resguardamos. Hace ya mucho tiempo que liberamos a nuestros pájaros de nuestras cabezas y emprendimos el camino de vuelta a casa descalzas, sangrando. Y liberamos hace también algún tiempo nuestra locura y la de los demás. Subidos en los tejados, defendimos nuestros lugares de vuestras maquinas y vuestro dinero. Y fué también hace algún tiempo cuando descubrimos que de nuestras derrotas y nuestras heridas sangran flores y proyectos. Nos alegramos y juramos que todas y todos somos futuro y pelea. Que nos quitareis los sueños, pero jamás dejaremos de soñar.
Quizás solo seamos unas pocas, simplemente piedritas en vuestro zapato. Igual solo seamos diez o veinte, pero que no se os olvide: nos estamos acercando. Seguimos pensando que solo se puede mutar para que venza la vida, resistir para existir y crear territorios opacos. El principal problema sigue siendo la estructura social que compartimos, su estructura técnica, su modo de producir y consumir, la ideología del espectáculo que la protege.
Así Piztu ekaitza comunica:
seguimos pues caminando con los lobos.
Soy aquel al que veis dar de comer y hablar con las musarañas. Soy fango en vuestras pulidas aceras. Ese vieja loca a la que tenéis miedo, también soy yo; y al cuerdo que encerrasteis en vuestras prisiones, ese, también somos nosotros. Somos nosotras, las que iluminamos las revueltas con luciérnagas.
Soy yo quien puede cambiar la historia y cortar alambradas. Podemos recuperar escenarios para la alegría y volar libres hasta al cielo, y allí hacerlo explotar, derramar rabia y desenfreno en esta fiesta pagana. Podemos ganaros una y mil batallas en esta oculta guerra social en la que estamos inmersos.
Aquel al que tu persigues, yo lo estoy ocultando. También a la que tu desprecias, esa, es mi compañera. Y a la que quemasteis en la hoguera, esa es mi maestra. “Negociadores de vidas ajenas”, “destructores de pueblos y naturaleza”, los adjetivos son tan pesados y dramáticos como vuestros actos.
Como os dijimos NOS ESTAMOS ACERCANDO, tal vez en tromba o como las hormigas, despacio. Estamos intentando entrar en vuestros circuitos, intentando arañar el cruel espactaculo de vuestro sistema.
Deambulamos de lo posible a lo imposible, y en lo imposible nos resguardamos. Hace ya mucho tiempo que liberamos a nuestros pájaros de nuestras cabezas y emprendimos el camino de vuelta a casa descalzas, sangrando. Y liberamos hace también algún tiempo nuestra locura y la de los demás. Subidos en los tejados, defendimos nuestros lugares de vuestras maquinas y vuestro dinero. Y fué también hace algún tiempo cuando descubrimos que de nuestras derrotas y nuestras heridas sangran flores y proyectos. Nos alegramos y juramos que todas y todos somos futuro y pelea. Que nos quitareis los sueños, pero jamás dejaremos de soñar.
Quizás solo seamos unas pocas, simplemente piedritas en vuestro zapato. Igual solo seamos diez o veinte, pero que no se os olvide: nos estamos acercando. Seguimos pensando que solo se puede mutar para que venza la vida, resistir para existir y crear territorios opacos. El principal problema sigue siendo la estructura social que compartimos, su estructura técnica, su modo de producir y consumir, la ideología del espectáculo que la protege.
Así Piztu ekaitza comunica:
seguimos pues caminando con los lobos.
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