miércoles, 27 de abril de 2011

Somos viento y vendaval arreciando en las cornisas de vuestra opulencia. Y somos también polvo del universo y respuesta ruidosa a vuestro silencio efímero. Las que encendemos hogueras y con el fuego bárbaro de las cenizas esculpimos enmarañadas construcciones en el cielo y en los espacios. Las de las asambleas, las amigas de los lobos y sus sendas. Otra vez aquí estamos, encendiendo la tormenta y atormentandoos con nuestro granizo.
Soy aquel al que veis dar de comer y hablar con las musarañas. Soy fango en vuestras pulidas aceras. Ese vieja loca a la que tenéis miedo, también soy yo; y al cuerdo que encerrasteis en vuestras prisiones, ese, también somos nosotros. Somos nosotras, las que iluminamos las revueltas con luciérnagas.
Soy yo quien puede cambiar la historia y cortar alambradas. Podemos recuperar escenarios para la alegría y volar libres hasta al cielo, y allí hacerlo explotar, derramar rabia y desenfreno en esta fiesta pagana. Podemos ganaros una y mil batallas en esta oculta guerra social en la que estamos inmersos.
Aquel al que tu persigues, yo lo estoy ocultando. También a la que tu desprecias, esa, es mi compañera. Y a la que quemasteis en la hoguera, esa es mi maestra. “Negociadores de vidas ajenas”, “destructores de pueblos y naturaleza”, los adjetivos son tan pesados y dramáticos como vuestros actos.
Como os dijimos NOS ESTAMOS ACERCANDO, tal vez en tromba o como las hormigas, despacio. Estamos intentando entrar en vuestros circuitos, intentando arañar el cruel espactaculo de vuestro sistema.
Deambulamos de lo posible a lo imposible, y en lo imposible nos resguardamos. Hace ya mucho tiempo que liberamos a nuestros pájaros de nuestras cabezas y emprendimos el camino de vuelta a casa descalzas, sangrando. Y liberamos hace también algún tiempo nuestra locura y la de los demás. Subidos en los tejados, defendimos nuestros lugares de vuestras maquinas y vuestro dinero. Y fué también hace algún tiempo cuando descubrimos que de nuestras derrotas y nuestras heridas sangran flores y proyectos. Nos alegramos y juramos que todas y todos somos futuro y pelea. Que nos quitareis los sueños, pero jamás dejaremos de soñar.
Quizás solo seamos unas pocas, simplemente piedritas en vuestro zapato. Igual solo seamos diez o veinte, pero que no se os olvide: nos estamos acercando. Seguimos pensando que solo se puede mutar para que venza la vida, resistir para existir y crear territorios opacos. El principal problema sigue siendo la estructura social que compartimos, su estructura técnica, su modo de producir y consumir, la ideología del espectáculo que la protege.

Así Piztu ekaitza comunica:
seguimos pues caminando con los lobos.